Los Grupos de Productores Asociados como Fuerza Impulsora de la Inversión en la Instalación de Plantas de Etanol

Autor: Gustavo Vergagni - MAIZAR / Fecha: 07/11/06

Los Grupos de Productores Asociados como Fuerza Impulsora de la Inversión en la Instalación de Plantas de Etanol

Este artículo se basa en el documento que efectuó el licenciado Gustavo Vergagni para MAIZAR: La Industria del Etanol a partir de Maíz ¿Es factible su desarrollo en Argentina? e intenta exponer un modelo que tuvo éxito en los EEUU. El documento completo: está disponible para su consulta en nuestra página web www.maizar.org.ar


La industria del etanol en los EEUU ha tenido tres estructuras distintas en su breve historia. En los primeros años de la década del 80, desde el gobierno federal se estimuló la construcción de centenares de pequeñas plantas de muy baja tecnología, que dejaron de ser rentables ante la baja del precio del petróleo y el desarrollo de mejoras tecnológicas en el proceso productivo que permitieron alcanzar otros niveles de eficiencia.

Luego de la quiebra y desaparición masiva de aquellas plantas, a fines de esa década, se inició una segunda etapa. En esa segunda etapa, una sola compañía dominó el mercado, Archer Daniels Midland -ADM- elaboraba en aquellos días casi el 80% de la producción total de etanol en los EE.UU.

La tercera etapa comienza a partir de mediados de los 90 con el surgimiento de instalaciones de mediana capacidad de producción, propiedad de asociaciones de productores agropecuarios. Esta etapa tuvo su origen en la política de incentivos fiscales que el estado de Minnesota implementó para apoyar la instalación de pequeñas y medianas plantas de producción en zonas rurales, medida que luego copiaron otros estados. Estas normas alentaron el desarrollo de plantas propiedad de sociedades y cooperativas participadas por productores.

Los productores vieron en ellas una forma de incrementar la demanda y asegurar el precio futuro de su producción de granos, diversificar su inversión y participar de un negocio industrial.

Otras ventajas que logran los productores son: minimizar el costo de transporte, vender su producción en el momento de cosecha, por lo tanto evitan los costos de secada, ya que el maíz usado en la producción de etanol contiene hasta un 32% de humedad.

Asimismo, más allá de los incentivos fiscales que le dieron origen, en los EEUU, las plantas productoras de etanol propiedad de grupos de productores agropecuarios han demostrado ser excepcionalmente eficaces para disminuir los efectos de los ciclos en este negocio, por ejemplo durante 1995 y 1996 cuando el precio del maíz se incrementó, alcanzando los U$S 200 por tonelada y se produjo el cierre de 11 plantas productoras de etanol, sobre un total de 42 plantas existentes hasta ese momento, ninguna de ellas era propiedad de un grupo de productores.

Las plantas propiedad de grupos de productores en general tienen un conjunto de políticas de funcionamiento que las han ayudado a consolidar su éxito, tales como: Los productores miembros solo se comprometen a entregar una parte de sus cosechas, lo que les permite incrementar y diversificar las fuentes de aprovisionamiento, disminuyendo los riesgos ante un menor rinde. Los productores mantienen el control de la mayoría de los votos y controlan la junta directiva de la asociación o cooperativa propietaria formal de la planta de elaboración de etanol. La junta directiva no maneja en forma directa la actividad de la planta sino que le entrega el manejo a un equipo gerencial experimentado mediante un contrato de management. En algunos casos, la contratación de un management profesional para que ejerza la dirección de la planta es un pre-requisito de quienes aportan parte del capital para llevar adelante el emprendimiento, como también sirve para lograr un mayor apoyo de las instituciones financieras.

A fines del 2005, el 59% de las 83 plantas de producción existentes en los EEUU eran propiedad de grupos o cooperativas de productores, lo significaba que más del 40% de la capacidad instalada de producción de etanol estaba directamente en las manos de los productores de maíz