LA IMPORTANCIA DE PRESERVAR LA TECNOLOGÍA

Autor: MAIZAR / Fecha: 25/01/12

Los productores argentinos han adoptado rápidamente los maíces modificados genéticamente, mejorados con el objetivo de controlar insectos (92% de la superficie cultivada con maíz en la campaña 2011/12) porque proveen una excelente protección contra plagas que causan un importante daño económico, además de ofrecer beneficios para el ambiente y la salud. Sin embargo, el desarrollo de la resistencia en los insectos es una preocupación importante para todos los actores de la cadena y dados los beneficios asociados con las semillas resistentes a insectos, debe considerarse especialmente el manejo de la resistencia al momento de sembrarlos. Estas consideraciones dieron origen al “Programa Refugio”, impulsado por todas las empresas socias de ASA, en el cual se recomienda el manejo y gestión responsable de la tecnología que efectivamente retrasa la generación de resistencia y permite aprovechar al máximo los beneficios.

La ciencia detrás de los cultivos Bt
Bt es el nombre abreviado de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis. Ésta produce esporas que llevan cristales de unas proteínas, denominadas Cry. Cuando los insectos las comen, especialmente las larvas de lepidópteros (mariposas), las proteínas se rompen y liberan una toxina (delta endotoxina), que se une a las células intestinales creando poros. Esto conduce a un desbalance de iones y a la parálisis del sistema digestivo que provoca la muerte de la larva en pocos días. Las proteínas Cry también pueden afectar a larvas de coleópteros (escarabajos) y dípteros (moscas).

Desarrollo de resistencia a la toxina Bt
Los lepidópteros constituyen las plagas que más daños causan en la producción de maíz. Las pérdidas producidas por el barrenador del tallo (Diatraea saccharalis) se estiman entre 150 y 300 millones de dólares, dependiendo del año y el nivel de ataque. Si a estas le sumamos las causadas por el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), la isoca de la espiga (Helicoverpa zea) o la oruga cortadora (Agrotis spp.), seguramente las cifras se elevarían mucho más.

Cuando una población de insectos es expuesta repetidamente a altas concentraciones de ciertos insecticidas, puede desarrollar resistencia. Si esto ocurre, se aumentarán las dosis de insecticida hasta que éste deje de ser efectivo por completo. Los insectos resistentes tienen una composición genética que les permite tolerar el insecticida. Cuando éstos se cruzan con insectos susceptibles, pueden tener descendencia susceptible (morirá) pero también resistente que contribuirá a aumentar la presencia del rasgo en la población. La resistencia está controlada por un alelo recesivo (rr). Cuando un individuo resistente se aparea con uno susceptible (SS), toda la descendencia será susceptible (Sr).

 

Planes de manejo de resistencia a insectos
Para reducir el riesgo de desarrollo de resistencia en cultivos Bt, los proveedores de la tecnología desarrollaron programas de manejo de resistencia a insectos (MRI o IRM por sus siglas en inglés) que se basan en los conocimientos sobre la biología y ecología de la plaga, así como también la dosis de expresión de la toxina Bt en la planta (cuánta proteína es producida por la planta), el manejo integrado de plagas (MIP) y el desarrollo de modos de acción alternativos (diferentes toxinas Bt en la planta).

La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), que asesora a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) en el área de impacto ambiental del los cultivos genéticamente modificados, aprobó en el año 1999 un programa de MRI que es conducido por la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) y cuyo objetivo es promover el uso responsable de la tecnología que permita retrasar cualquier desarrollo de resistencia y detectar inmediatamente cambios en la susceptibilidad de las poblaciones de plagas objetivo.

ASA recomienda a los productores realizar un refugio (parcela de maíz no Bt) para que allí puedan reproducirse los individuos susceptibles y evitar la generación de resistencia con el uso de la tecnología.

Con la presencia, en todo momento, de la toxina Bt en el maíz transgénico sólo pueden reproducirse los individuos resistentes (que son los que sobreviven). En cambio en el refugio, al no estar presente la toxina, todos los individuos tienen la misma oportunidad de dejar descendencia.

 

ASA, a través del Programa Refugio (www.programarefugio.com), aconseja:

  • Sembrar los refugios con un maíz no Bt de ciclo similar y en la misma fecha de siembra que el lote Bt
  • El refugio debe cubrir un 10% del lote (cada 10 has de maíz Bt debe sembrarse 1 ha de maíz convencional)
  • Los refugios deben sembrarse en bloque en uno de los bordes del lote si éste tiene menos de 1.500 m. Si es mayor, el refugio debe hacerse en el centro para asegurarse que los insectos puedan volar hasta él.