Hacia una Argentina con Nutrición 10 Hambre Cero

Autor: Ricardo Hara, Presidente de la Confederación de la Sociedad Civil y Gestor de la red Nutrición 10 Hambre Cero / Fecha: 25/01/15

En el reciente Congreso de Maizar se desarrolló un trascendente taller donde se debatieron diversas ópticas sobre cómo comemos los argentinos, cómo cumplir un rol en la seguridad alimentaria mundial o cómo reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
En sucesivos paneles, los especialistas convocados, además de analizar y evaluar la situación actual,  plantearon soluciones basadas en la incidencia colaborativa entre los sectores políticos, económicos, académicos y sociales, por entenderse que sólo así se podrán transformar las múltiples iniciativas en concretas “terminativas”.
“Salir del laberinto por arriba, pasando de las selfies a los drones” fue la figura utilizada para ilustrar la necesidad de lograr una visión sistémica y prospectiva basada en el bien común y la generación de valores compartidos, enmarcada en el desafío creciente del Agro argentino por producir más y mejores alimentos.
¿Comer más o comer mejor?
Como conclusión central del primer panel conformado por profesionales en nutrición como Nuria Chichizola (CEPEA), Luciana Zonis (ILSI) y Lisando García (FANUS), surge que la alimentación de los argentinos dista de ser la apropiada por tener un fuerte exceso en harinas, grasas, sal y azúcar, siendo en cambio deficitario el consumo de fibras, vitaminas y minerales.
Para superar estas brechas alimentarias se requiere de una alimentación más variada y saludable que contemple la promoción de un mayor consumo de frutas, hortalizas, cereales, legumbres y lácteos, entre otros alimentos básicos.
Sin dudas, la calidad y la diversidad de la dieta –más que la cantidad- sumadas a una estimulación adecuada e intervenciones oportunas a lo largo del ciclo vital son claves para resolver los problemas de malnutrición, donde coexisten la desnutrición y la obesidad como dos facetas del mismo problema.
Esto implica actuar con urgencia sobre el hambre y la desnutrición -tanto aguda como crónica- que aún persiste en los sectores más vulnerables de nuestra población, pero también sobre el alarmante incremento del sobrepeso y la obesidad, que afecta alrededor de la tercera parte de los niños escolares y a más de la mitad de los adultos.
En ese contexto se alertó sobre la vital importancia de la adecuada nutrición materno-infantil  durante los “1.000 días claves” que van desde la concepción hasta los primeros dos años de vida y la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses, por tratarse de una etapa trascendente en el desarrollo físico y mental de los niños.
Visualizar el futuro a través de las oportunidades
Por su parte, Fernando Vilella (FAUBA), Sergio Britos (Escuela de Nutrición, UBA) y Roberto Feeney (Univ. Austral) plantearon a su turno una visión superadora de cara al futuro ante el falso dilema de atender la “mesa de los argentinos” o transformarnos en “la góndola del supermercado del mundo”.
Ambos objetivos son perfectamente posibles según surge del exhaustivo trabajo de investigación y relevamiento realizado por estos académicos entre las principales entidades de la cadena agroindustrial argentina donde se analizaron propuestas concretas sobre políticas que hacen a la seguridad alimentaria y nutricional.
Elevar el piso de estas políticas significa ir mucho más allá del acceso a una canasta de alimentos básicos, ya que debe contemplar prioritariamente el consumo de alimentos saludables, además de considerar otros factores condicionantes como el acceso al agua potable y la vivienda digna, una mejor educación, la promoción de hábitos y estilos de vida saludables, entre otros.
Respecto a la exportación, hay suficientes indicios para mantener intactas las expectativas ya que Argentina representa uno de los pocos países del mundo entero que cuenta con los recursos naturales y la capacidad, tanto tecnológica como empresarial, para incrementar su producción de alimentos con creciente agregado de valor, en la medida que haya “reglas de juego” que permitan mejorar la competitividad del sistema agroalimentario.
Repensar nuestros sistemas alimentarios desde una perspectiva solidaria
Un capítulo aparte mereció el hecho de que más del 30% de los alimentos producidos en el mundo se pierden o desperdician, siendo muy clara la advertencia del Papa Francisco al respecto quien dijo que “la comida que tiramos es como si la hubiésemos robado de la mesa de quien tiene hambre”.
Silvina Ferreyra (FAO), Alfredo Kasdorf (Bancos de Alimentos) y Martín Fraguío (Maizar) fueron los responsables de abordar este tema de alto impacto productivo, social y ambiental que afecta la sustentabilidad misma del sistema alimentario.
Según FAO, se desperdician anualmente 1.300 millones de toneladas de alimentos que representan un valor de 750 mil millones de dólares, mientras existen 800 millones de personas subalimentadas, lo que representa un verdadero escándalo ético. Asimismo, hay que considerar el deterioro y las consecuencias ambientales que esto implica.
La reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos a través de un cambio cultural que implique un consumo más responsable y la promoción de programas de rescate de alimentos como los promovidos desde la sociedad civil son esenciales como partes de la solución.
Como contrapartida, cabe señalar que también existen causas estructurales que pueden generar excedentes de materias primas agrícolas como consecuencia de algunas políticas comerciales distorsivas. Por ejemplo, cuando países ricos y fuertes subsidian y/o financian a largo plazo la exportación de sus sobrestocks, perjudicando los sistemas productivos de los países más débiles.
Finalmente, el cierre de la jornada estuvo a cargo de Juan Carr de Red Solidaria quien convocó a los presentes a profundizar su compromiso para lograr el Hambre Cero en el corto plazo.

NUTRICION 10 Hambre Cero es una red que fue creada en mayo de 2011 que cuenta con el respaldo de más de 2.000 organizaciones –tanto públicas como privadas- representando un espacio común para articular, implementar y difundir acciones y conocimientos vinculados a la alimentación saludable.