MAÍZ, EL REY DE LA PATAGONIA

Autor: Diego Heinrich, vicepresidente 1° de Maizar / Fecha: 25/01/16

El nombre Patagonia suele traer la imagen de una superficie enorme, árida, ventosa y fría, poco y nada productiva. Pensar la región sur del país con maizales o vacunos resulta algo extraño. Sin embargo, tiene todo para desarrollar maíz en cantidad y calidad y motorizar así un enorme desarrollo agroindustrial. ¿Por qué decimos esto?
Diferentes estudios y ensayos coinciden en la enorme factibilidad técnica de la producción de maíz y otros cultivos en la Patagonia. Experiencias desarrolladas por productores en el valle inferior y medio del Río Negro, miembros del Sistema Chacras de Aapresid, han obtenido rindes de maíz de 12000 kilos y hasta 15000 kilos, contra un promedio a nivel país de 9.000 kilos por hectárea. La amplitud térmica, la alta radiación, la aptitud de las tierras y la disponibilidad de agua en calidad y cantidad,  junto con el saber existente sobre agricultura sustentable, han posibilitado esos resultados espectaculares.
El agua es uno de los recursos clave para lograr la producción. El estudio de Potencial de Riego en Argentina, elaborado por un acuerdo entre la FAO y el PROSAP, identifica 119 cuencas con potencial de riego a nivel país, que suman en total 1.562.596 hectáreas. Cerca del 60% de ellas se encuentran en la Patagonia: 527.053 en Río Negro, 276.437 en Neuquén  y 90.700 en Chubut, que pueden transformarse en productivas mediante cultivos extensivos.
El Plan Nacional del Agua impulsará un mejoramiento de los actuales sistemas de riego, la expansión del riego complementario, pero esencialmente el desarrollo de nuevas áreas de riego en base a la promoción de alianzas público- privadas que logren concretar inversiones. A la vez, la combinación con el desarrollo de una agricultura extensiva altamente tecnificada permitirá optimizar el uso eficiente y racional del agua.
El maíz, con su aptitud para transformarse en carne bovina, porcina y aviar, en leche, en huevos, en bioenergía, tiene todo para liderar el desarrollo agroindustrial patagónico, con la generación de empleo y radicación territorial que esto implica. El objetivo es generar polos de desarrollo agrícola bajo la concepción de agricultura sustentable en la Patagonia, y producir valor por la conversión de la tierra en suelo y el desarrollo de cadenas competitivas. Y también exportar, aprovechando otras ventajas de la región, como el hecho de tener el status de libre de aftosa sin vacunación, la gran cercanía con el mercado chileno y los mercados del Pacífico.
Esto será posible si se desarrollan las cadenas de valor competitivas que logren posicionar y colocar los productos en los mercados más adecuados, con demanda asegurada. Esa estrategia de cadena es un expertise con el que contamos en Maizar. Necesitamos fomentar el desarrollo de la economía regional con especial atención en los productores, medianos y pequeños, en los emprendedores, empresarios agroindustriales y en los inversores que asumen los riesgos.
 La innovación estará en desarrollar combinaciones inteligentes, sustentables, ganar, ganar, ganar, de los factores de producción tierra, agua, generación de energía renovables, saber/conocimiento, recursos humanos y capital de riesgo, capaces de desarrollar las más diversas e innovadoras combinaciones.
¿Seremos capaces de combinar los factores de producción para propiciar el desarrollo territorial? Creemos que sí. Hoy, además de nuestros recursos naturales, tecnológicos y humanos contamos con planificadores como el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa; el ministro de Producción de Neuquén, José Brillo, y el ministro de Agricultura de Río Negro, Marcelo Martin, que entienden este reto.