Los nuevos negocios que se generan con el ascenso de Asia

Autor: Congreso MAIZAR 2018 / Fecha: 05/06/18

El estado del comercio mundial, el papel de China y los demás países asiáticos y el lugar en que se ubica la Argentina en este escenario fueron algunos de los ejes del panel Del sur al mundo, en el Congreso Maizar 2018, Competitividad con desarrollo . En él participaron Fernando Vilella, director del Departamento de Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectiva de la FAUBA; Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI; Jorge Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, y Marisa Bircher, secretaria de Mercados Agroindustriales del Ministerio de Agroindustria.

Con la mira en que la Argentina ya no aspire a ser el supermercado del mundo sino la su boutique de alimentos, Fernando Vilella, director del Departamento de Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectiva de la FAUBA, planteó el actual escenario internacional. “El BAPU (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), que tiene el 3,55% de la población mundial, exporta el 39% del maíz global; el 65% de la soja; el 21% de la carne vacuna, y el 12% de la cerdo”.

En las antípodas de esa enorme capacidad de oferta está “Asia, el continente más poblado y el que tiene mayor desequilibrio para generar sus propios alimentos, que está volviendo a ser el centro del poder económico y tecnológico, como lo fue durante 18 de los últimos 20 siglos”, dijo Vilella.

“Hacia 2030, unos 900 millones de asiáticos no van a tener alimentos si no vienen de otros países. ¿Cómo capturar esos mercados?”, planteó. “Apuntando al nuevo consumidor, a través de marcas reconocidas, presencia en mercados en base a acuerdos y formas de presentación acordes a los consumidores, y sin olvidar el papel fundamental de lo ligado a la salud en materia de alimentos”, sostuvo.

Además de entender a los nuevos consumidores, hay que analizar los nuevos canales de comercialización: “El año pasado, el portal chino Alibabá vendió US$ 30.000 millones en el Día del Soltero; a las 2 de la madrugada ya se habían agotado los langostinos argentinos, y a las 3, los vinos”, dijo Vilella.

Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, también insistió en analizar cómo se están desenvolviendo los mercados, para desarrollar atributos que permitan comerciar en ellos. Para el especialista, “vuelve a crecer el comercio mundial, arrastra el agrícola, Asia y África empujan y allí hay oportunidades adicionales”.

Para Elizondo, “hay oportunidades en generar insumos para las cadenas productivas internacionales”, formadas por empresas que operan en distintos países, con eslabones específicos en cada uno. “Esto es congruente con lo que hace la Argentina. Podemos insertarnos en un sistema de inversión que no es el viejo de operaciones spot, sino el de auténticas cadenas productivas”.

En cuanto a un tema central, los competidores, “la buena noticia es que estamos entre los 10 principales exportadores del mundo de bienes agrícolas y de alimentos si consideramos la UE como bloque. La Argentina tiene para avanzar en esa línea, por know how y capacidades”, aseguró Elizondo.

En cuanto a los importadores, el experto dijo que “las grandes oportunidades para el encadenamiento productivo argentino aparecen en los países emergentes”. Por otro lado, rebatió un mito: “Pese a lo que dicen los diarios sobre Trump y el proteccionismo, el comercio mundial crece”.

Elizondo también se refirió a dos aspectos en los que la Argentina está atrasada. Uno son los tratados de libre comercio: “En el mundo, cada vez cobran mayor fuerza: ya hay 445, y empiezan a tener componentes que van más allá de la mera reducción de aranceles: incluyen homologación de normas y estándares comunes (calidad, sanitarios, de seguridad) que facilitan el avance del comercio”, detalló.

La otra demora está en la integración del país a las cadenas globales de producción. Algunos sostienen que, a la inversa de lo que ocurría en el siglo XX, hoy la curva es la de la sonrisa: el agregado de valor, el capital intelectual, están más al inicio del proceso y al final, y no tanto en el medio. Hay una enorme cantidad de servicios, componentes y otros, que están motivando mucha inversión en procesos de negocios”, aseguró Elizondo. “Creo que hay una agenda más cualitativa para que la Argentina se transforme en un gran proveedor de servicios de calidad”.

Jorge Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, comentó características del mercado chino. “China es el mayor productor y consumidor de alimentos del mundo: produjo 680 millones de toneladas de granos e importó 120 millones para alimentación animal. Y a medida que aumentan sus importaciones de granos, aceites y carnes, también lo hacen sus inversiones en el exterior”, dijo.

El experto explicó que, “a partir de 2007, toda la política agrícola china cambió rotundamente, y de apuntar a la seguridad alimentaria, pasó a enfocarse en buscar el aumento de los ingresos reales de los campesinos”.

En tal sentido, indicó que el ingreso per cápita chino alcanza US$ 13.800 en 2018 y se duplica cada 8 años. “La principal consecuencia es que transforma la estructura dietaria y la vuelve cárnica”, señaló Castro.

Además, comentó, “hay una nueva clase media china, de 440 millones de personas, con ingresos similares a los norteamericanos, de US$ 35.000 a 45.000 anuales, cuya demanda de alimentos es sofisticada y costosa, y prefiere primeras marcas del exterior”. De allí que las inversiones chinas sean “fundamentalmente a través de fusiones y adquisiciones en los países avanzados, además de en todos los procesos de la cadena agroalimentaria”.

Recién llegada de una gira oficial clave por China y Japón, Marisa Bircher, secretaria de Mercados Agroindustriales del Ministerio de Agroindustria, destacó el interés del Gobierno en fomentar el comercio exterior. “De esta gira histórica me queda la sensación de que las oportunidades están”, señaló. “No tenemos que quedarnos solo en el reclamo. Hace falta una fuerte inversión en promoción”.

Por otro lado, la funcionaria recalcó que “no es solo China: es Indonesia, Vietnam”, que compran miles de millones de dólares. “Hay un fuerte crecimiento en fruta fresca, sorgo, maíz, gran interés en vinos y lácteos”, ejemplificó, y destacó la importancia de la exportación de maíz y sorgo a Vietnam.

“En diciembre de 2016 se estableció una agenda. Abrimos 123 mercados a nivel sanitario, o político, o técnico, o paraarancelario”, recalcó la funcionaria.

Por otra parte, dijo Bircher, “no solo estamos trabajando en tratados de libre comercio, también estamos acompañando a Cancillería y dándole agenda, y trabajando con el Senasa. Y todo esto se relaciona con la agenda que del G20, que es un hecho histórico. La Argentina propuso como tema la conservación y el cuidado del suelo para poder abastecer este crecimiento del consumo. Espero que podamos seguir trabajando esta agenda de manera conjunta”, culminó.

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